¿Por qué solicita un líder republicano como Cayo Lara la actuación del Rey en el conflicto de Aminatu Haidar?. ¿Estamos, los republicanos arrugándonos ante la monarquía?. Lo que está ocurriendo es que estamos exigiendo que haga su trabajo, ¿para qué queremos un jefe de Estado si no está capacitado para jugar un papel diplomático en éstas situaciones?. Cortar cintas, dar discursos, recibir premios de la FAES y tener muchos nietos es algo que podría hacer cualquiera, bueno, hay que reconocer que para recoger un premio de mano de Aznar hay que tener algo especial. Pese a quien pese es un derecho de los ciudadanos, y por supuesto de los políticos exigir que en estos casos todas las figuras representativas de nuestro país trabajen para solucionar los problemas.
La lucha que Aminatu mantiene por volver a casa, junto a sus hijos, ha logrado poner en primera plana el conflicto saharaui, olvidado por la comunidad internacional, mas preocupada en tirar bombas en Oriente Medio y en su crisis económica. Es necesario que la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de organizaciones pro Derechos Humanos tomen cartas en el asunto, y no sólo exijan a Marruecos el regreso a casa de Aminatu, si no el cese de los asentamientos, así como la autodeterminación y por supuesto el fin de las violaciones de los Derechos Humanos que Marruecos está cometiendo en el Sahara.
Por otro lado, Berlusconi ha dicho a los italianos que tienen un “super primer ministro” con “dos pelotas”, pues para pelotas, las de Barack Obama, quien, en su discurso tras recibir el Nobel de la Paz, no se le ocurre más que defender la guerra. La imposición de la paz a cañonazos, eso que tantas veces se ha demostrado que para lo único que sirve es para sembrar aún más caos. Estados Unidos, junto a Portugal, Reino Unido y España (a pesar de la negativa de los españoles), entró en Irak como un elefante en una ferretería, con el fin de acabar con un régimen peligrosísimo e instaurar la democracia en ese país. Pues lo único que se ha conseguido seis años después ha sido derrocar al malo malísimo Sadam, quien por cierto, fue “democráticamente” colgado de una soga. ¿Democracia?, cero, cada día ocurren atentados con muertos, la guerra ha acabado, la violencia, ni mucho menos. Y de Afganistán, mejor ni hablar, allí no se ha conseguido ni capturar al malo malísimo, ¿y de democracia? Pues a pesar de estar plagado de militares de la ONU, la transparencia de las elecciones quedó en entredicho, eso sí, muy vigiladas. ¡Que buenos somos! Ay… cuanto prestigio han perdido los Nobel, el año que viene el de periodismo, a la Esteban, a más ver.
Y en España nos estamos creyendo el discurso del elevadísimo presidente estadounidense y, para luchar contra la piratería en el Índico, hemos llenado los barcos atuneros de armas. Llevamos años mirando para otro lado en el conflicto somalí, de donde las únicas noticias que teníamos eran esos niños con la tripa hinchada que nos ponían en el Telediario de la 1. Ésos niños que ahora, se han metido a piratas a las órdenes de ve tu a saber que organización. Durante años hemos aprovechado que se estaban matando entre ellos para ir a sus aguas a pescar los atunes que ya no se podían pescar en las nuestras por una sobreexplotación de los recursos, y ahora, en lugar de cooperar, es mejor disparar. No me quiero ni imaginar lo que puede ocurrir cuando dos pesqueros armados hasta los dientes quieran acercarse al mismo banco de peces, seguramente reinará el diálogo y la paz, pero viendo que los gobiernos no predican con la paz…
Hay que seguir exigiendo paz y diálogo a nuestros políticos, la democracia ha de ser eficaz y justa (ley electoral con la que cada escaño cueste el mismo número de votos), no impuesta ni desmedida (los minaretes suizos), los ciudadanos queremos democracia y ha de ser llevada por los cauces adecuados.
