El bautizo civil del hijo de Cayetana Guillén-Cuervo ha sido calificado por el Sr. Rajoy como ridículo interplanetario. Definamos ridículo interplanetario:
-Defender contra viento y marea a compañeros de partido imputados en casos de corrupción.
-Atacar Educación para la Ciudadanía porque no inculca moralina católica y promueve la libertad del individuo.
-Criminalizar el derecho al aborto, sin pararse a pensar en las terribles consecuencias que un embarazo no deseado puede suponer tanto para la madre como para el niño, y, lo que es peor, no luchar por una educación eficaz que lo evite.
-Asegurar que el uso del preservativo es el principal causante de la propagación del virus del SIDA.
-Defender el liberalismo en tiempos de crisis, a pesar de ser evidente que el liberalismo es quien nos ha metido en ella y de que TODOS han recurrido al intervencionismo del Estado para rescatar la economía.
Señor Rajoy, en un bautizo civil se leen los Derechos del niño reconocidos en la Carta de los Derechos Humanos y los padres y padrinos del niño se comprometen a darle una educación laica, igualitaria y eficaz para convertirle en un ciudadano responsable, solidario, libre y defensor de la igualdad y la libertad. Católicos, Musulmanes o Judíos nos podemos convertir por voluntad propia a lo largo de nuestra vida, pero todos nacemos siendo ciudadanos. Si quiere que se respeten sus opiniones, empiece por respetar las opiniones de los demás, calificar de ridículo un bautizo civil es poco menos que insultar la libertad que todos los españoles nos hemos dado.
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